Termas romanas

Los restos visibles, catalogados como Monumentos Históricos, son en realidad sólo una pequeña parte de las enormes termas antiguas descubiertas y excavadas en el siglo XIX. la estación.

Royat-Chamalières, única ciudad balneario de Clermont Auvergne Métropole, se desarrolló al final del valle del Tiretaine, bajo la antigua ciudad de Royat.

Sus orígenes se remontan a la Antigüedad. Importantes murallas romanas se mencionan en textos de 1575 a 1840. En 1881, durante la construcción del viaducto ferroviario, una excavación arqueológica del emplazamiento reveló los restos de unas enormes termas antiguas de 2.800 m²: tres grandes piscinas alineadas sobre un mismo eje y cuatro salas calentadas por el suelo (sistema de hipocausto). Todas las salas estaban ricamente decoradas con mármoles de colores, mosaicos y estatuas de bronce o mármol. Hoy en día, sólo queda visible una piscina con gradas y hemiciclos. Estos restos fueron declarados Monumentos Históricos en 1889.

Las termas eran parte integrante de la cultura galo-romana. Se utilizaban para la higiene corporal y el cuidado completo del cuerpo, además de constituir una importante forma de sociabilidad. En este marco terapéutico, los edificios estaban generalmente vinculados a un culto como el de Apolo, importante dios sanador en la Galia. Las termas también desempeñaban un papel en la salud pública, ya que el agua se vertía en las alcantarillas.

En las termas, los visitantes entraban generalmente siguiendo un orden establecido -tras pasar por el guardarropa- por la sala fría, la sala templada, la sala caliente y la sala de vapor (baños turcos), o directamente por la palestra (zona pública donde se practicaba la lucha y la gimnasia) para los más atléticos. El recorrido varía según el edificio, su tamaño, la época y las tendencias culturales. La separación o mezcla de hombres y mujeres también influye en la organización espacial y los horarios de apertura.