Iglesia de Saint-Étienne

La iglesia de Saint-Étienne es un edificio muy antiguo, que data del siglo X. Desde entonces, ha sufrido numerosas reformas.

Situada en el corazón de la fortaleza del pueblo, la iglesia de Saint-Étienne, mencionada por primera vez en una carta del siglo XI, era una colegiata servida por un capítulo de canónigos (dignatarios eclesiásticos). Las partes más antiguas del edificio datan del siglo X. Su advocación a San Esteban es característica de las primeras parroquias.

Su planta irregular, modificada a lo largo de los siglos, se basa en el modelo de las iglesias de salón, con la nave y las naves laterales abovedadas al mismo nivel. Esta planta se inspira en los modelos de las regiones de Lemosín y Poitou, con vínculos con Aquitania, conocidos desde la segunda mitad del siglo XII. La nave, de cuatro tramos, tiene una nave lateral al sur y una nave y capillas al norte. Termina en una cabecera plana. La iglesia conserva vanos románicos, cordones de tochos y contrafuertes de una mezcla de arcosa y andesita. Estos elementos son los restos de un edificio románico de la segunda mitad del siglo XII. El santuario fue completamente reconstruido en los años 1200. Los capiteles de la iglesia podrían datarse entonces en los años 1200-1220. En el pasadizo junto a la sacristía pueden verse elementos del antiguo claustro. Todo el conjunto fue objeto de una profunda restauración en 1860.

En 1867, un campanario porticado neogótico de piedra de Volvic sustituyó al destruido durante la Revolución. Desde 1860, una Virgen con el Niño de hierro fundido se alza sobre el remate del arco superior de la puerta. En el interior, hay una sillería, estatuas (la Virgen de la Piedad y una estatua de Santiago), pinturas y un altar mayor de mármol policromado.

Cerca de la iglesia se encuentra un edificio del siglo XII conocido como la "linterna de los muertos", declarado Monumento Histórico desde 1926 y situado al borde del primer cementerio, único ejemplo de este tipo en la zona.