Castillo y Ayuntamiento de Pont-du-Château

A sólo 15 km de Clermont-Ferrand, la ciudad combina historia y modernidad. Construida sobre una meseta que domina el río Allier, Pont-du-Château, centro administrativo de un cantón de 11.000 habitantes, es una ciudad moderna que no ha olvidado su pasado.

Antigua tierra señorial y ciudad portuaria, la ciudad ha heredado un patrimonio arquitectónico excepcional.

Pero Pont-du-Château es también una zona dinámica en pleno desarrollo. Desde 1960, la ciudad ha experimentado un importante crecimiento demográfico y económico. Hoy es un verdadero polo de atracción para las empresas y los habitantes de la aglomeración de Clermont-Ferrand.

En Pont-du-Château, el antiguo castillo feudal fue parcialmente incendiado en 1580 durante una epidemia de peste. En el siglo XVII se construyó un nuevo castillo para Guillaume de Montboissier-Beaufort-Canillac (1600-1664), teniente general de los ejércitos, mariscal de campo, senescal de Auvernia y consejero de Estado. El castillo fue remodelado en el siglo XVIII por Philippe-Claude de Montboissier-Beaufort-Canillac (1715-1797), que añadió dos alas, una de ellas para las caballerizas. También trazó un parque al norte de la ciudad. Durante la Revolución Francesa, todas estas propiedades fueron confiscadas y el municipio adquirió el castillo y la capilla, que fue demolida en 1960.

La fachada principal es una reelaboración de un edificio preexistente. El pabellón central llama la atención por su escalera en forma de herradura de piedra de Volvic, probablemente inspirada en la escalera del castillo de Fontainebleau. Este pabellón italianizante está realzado por balaustradas en el tejado que recuerdan a Versalles. La fachada trasera data del siglo XVII. Su terraza ofrece una vista impresionante del Allier y de la campiña circundante.

Se ha conservado la decoración interior original. En la sala de los escudos, el techo de estilo francés pintado en el siglo XVII reproduce el árbol genealógico de la familia Montboissier-Beaufort-Canillac en forma de 87 escudos con los de los dos papas de la familia: Clemente VI y Gregorio XI. El salón de la compañía, actual salón de los matrimonios, fue decorado en los años 1760 en estilo neoclásico con paneles de madera, remates de puertas que representan las cuatro estaciones, una chimenea de mármol y parqué versallesco.